El imprescindible valor personal
"Al final del día, ya en casa, de nuevo frente a la tarjeta que decía: Descúbrete, decidí que desde ahora empezaría por SER yo mismo, y una vez tomada esta decisión, experimente un gran estremecimiento por este descubrimiento, de que estaba empezando a mejorar mi SER."
Libro "YO VENCERÉ" Juan Rosado. Página 23
En mí libro, "Yo Venceré”, tocamos el tema del descubrimiento personal, algo clave para avanzar en tus metas personales, pero ¿y si al llegar al descubrimiento, no nos gusta lo que encontramos? Eso es por no tomar en cuenta, en primer lugar, el valor personal.
Te contare la historia del tío Ramón.
Era una tarde muy fría en la pista familiar de patinaje sobre hielo. Ese día sólo 7 niños patinaban, porque había un señor patinador profesional haciendo piruetas increíbles que intimidaba a todos a no intentarlo. Pará mala suerte del tío Ramón, llevó ese mismo día, a su única sobrina a patinar. Sin el saber patinar, por insistencia de ella, aceptó acompañarla, por insistencia de ella se colocó los patines, y por insistencia de ella los alquiló por una hora. Una hora donde, se cayó más de 50 veces. El problema era que cada vez que caía, su sobrina lo miraba y le decía: ¡No me dejes sola!
Así que, se ponía de pie sacaba su mejor sonrisa y lo intentaba otra vez.
La cosa empeoró, cuando todo el mundo se acercó a la baranda para ver a ese loco, que se caía cada segundo que trataba de ponerse se pie. Ramón pensaba: "no los escuches, hoy serás su payaso, pero tú serás el tío Ramón, siempre... Luego de una hora y más de 30 caídas, cuando intentaba pararse, de pronto, le sujetan fuerte de los brazos, y al mirar, ve una señora que le dice: ¡De verdad te admiro! Esa mujer hizo que observará y quedó impresionado al ver, que ya nadie se burlaba de él, todo el mundo aplaudía cada vez que él se paraba. Cuando por fin se terminó el tiempo de patinaje, una multitud estaba agolpada alquilando patines de hielo y otra multitud, estaba ya en la pista, cayéndose como antes lo había hecho el tío Ramón.
Toda esta historia es cierta, pero lo que más nos impresionó, a todos los que conocimos el caso, fue que al preguntarle a él que le impulsó a hacer eso, decía:
Mi amada sobrina me miraba, sólo debía mantener una buena actitud frente a ella, yo era su héroe, aunque por dentro me muriera de vergüenza.
El tío Ramón demostró, saber bien quien era él, y al mismo tiempo, conocer su valor personal, esa era su fortaleza, y en ello se mantuvo, no en quien pensaba la gente que era él, sino en que creía él de sí mismo. El valor personal es creer en tus habilidades y capacidades. Puede haber personas con más conocimiento, hasta más preparadas que tú, pero nadie te puede quitar, algo que en ti es único: Tu propio valor, tu identidad, no sólo te define, sino te hace ser quién eres.
Al descubrir tu identidad, encuentras que es tu mayor tesoro y eso nadie te lo podrá quitar nunca. Todo esto sucede cuando, tú te descubres a ti mismo. Te invitó a leer mi libro, "Yo Venceré", encontraras mucho material que te ayudará en la elaboración de tu mapa antes de zarpar en tu búsqueda personal.
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